¡Pues sí! ¿Quién me iba a decir a mí hace dos años que por tercera vez consecutiva cruzaría la meta de la Legua de Valladolid? El pasado sábado volví a ponerme el dorsal de esta carrera y …., buf, disfruté, sufrí, sufrí, sufrí, y hasta lloré. Te cuento.
