Antes de empezar este post, quiero dejar claro que yo no he corrido en Valencia, ni el 10k, ni, mucho menos, la maratón, pero sí estuve con novato en triatlón y los niños en esta ciudad disfrutando de un fin de semana lleno de running gracias al Maratón de Valencia.
Si a Valencia se le conoce como ciudad del running es por algo. ¡Madre mía! Se respira el maratón continuamente. Yo salí a trotar un ratito el sábado temprano (tenía ganas de correr por última vez en 2019 de corto y allí podía hacerlo) y me encantó ver a tantas personas corriendo a las 7:30 de la mañana.
Además, nuestro hotel hacía varios guiños a la carrera, mira.


Tras el desayuno nos fuimos a la Feria del Corredor para recoger el dorsal del papi e ir inmediatamente después a la mini maratón, donde participaban los niños. Dado que el fin de semana es duro y aburrido para ellos intentamos hacer cosas PARA ellos, para que lo lleven lo mejor posible y no les resulte tan pesado.
Las carreras infantiles que se celebran alrededor de las maratones me chiflan porque así ellos viven directamente este deporte. Al pequeño le chifla, lo vive, pero a la mayor le cuesta más aunque estoy segura de que tarde o temprano se enganchará. La mini maratón me encantó. Estaba bastante bien organizada y la inscripción (2€) se destinaba a Juegaterapia, un gesto que me parece formidable.
A los niños les expliqué que el precio del dorsal se destinaba a esta organización y que además los bebés que les compramos en la Feria también ayudaban a la investigación del cáncer infantil y Carlota se sintió muy conmovida.

Tras su carrera vuelta a la Feria para dejarnos los cuartos XD. Calcetines en Sporcks, que molan mucho, gafas en Siroko, camisetas molonas en Luanvi…
Y llegó el gran día
El domingo el papi se levantó temprano para desayunar, prepararse y marchar. Al poco de salir él por la puerta se despertaron los peques y nos bajamos a desayunar. Y antes de las 9 ya estábamos camino del kilómetro 15-16.
Y así esperaban los peques. Madre mía lo que aguantan. Es una jornada muy dura para ellos y la aguantan como auténticos campeones. Desde aquí, ¡gracias!

A pesar de que el planning era ver a papi en el kilómetro 15-16, 26 y meta en el primer punto fue imposible, así que rápidamente enfilamos al 26 (menos mal que estaban cerca). Allí sí lo vimos y tengo que decir que iba estupendamente.
De ahí tiramos a la meta y encontramos un buen sitio en el 41,3, así que ahí nos quedamos. En ese momento mi móvil empezó a sonar. Eran Blanca, Raquel y Ana preguntando por Edu. ¡Gracias chicas!
A partir del km 35 la app mostró que se le escapaba el sub3 por poco pero aún así era un tiempazo. Esperamos su paso para gritarle y darle un último empujón. El #pequeñoM no dejaba de gritar: «Vamos papá, ¡¡tú puedes!!». Y pudo. Es verdad que no pudo ser sub3 pero fue finisher y bajó en 11 minutos su anterior marca.


Y terminado el Maratón de Valencia 2019 ya toca pensar en el de 2020 donde volverá a luchar por el sub3. Y en cuanto publique si crónica al respecto la enlazo por aquí.
Ahora cuéntame, ¿sueles viajar con niños a este tipo de carreras? ¿Qué truco tienes? Por cierto, ¿conoces el maratón de Valencia?
