¡Lo logré! ¡Lo conseguí! El pasado fin de semana participé en el 10k de Simancas y logré hacer sub60 en 10k. Aún estoy eufórica, en una nube y me cuesta creerlo. Visualizo la carrera, recuerdo momentos en los que he sufrido pero no me he rendido y me siento muy orgullosa.
No es un marcón, pero para mí es la leche. Hace justo un año corrí 10k en 1:05:17 y en esta ocasión hice los 10 por debajo de 60, por segundos, pero lo conseguí. Estoy muy contenta porque son casi cinco minutos menos y las sensaciones fueron totalmente diferentes.

En los últimos meses he vivido muchos cambios a la hora de entrenar y de plantearme las carreras y este cambio lo he notado hoy durante la carrera. Los entrenamientos, las series, las tiradas han dado sus frutos. Estoy súper agradecida a Pepe porque me ha ayudado mucho física y mentalmente.
¿Cómo fue el 10k de Simancas?
La carrera empezó fuerte, así que tocó levantar el pie para ponernos en el ritmo planeado. Y ya desde los primeros metros me coloqué en última posición, pero yo sin agobio y sin preocupación. Solo iba centrada en lo mío.
A los tres kilómetros más o menos ala una mujer que iba por delante de mí y durante unos metros vamos a la par, pero Edu me marca que hay que apretar para aumentar el colchón de segundos de cara al objetivo. Así que aprieto un poquito y me centro en mantener el ritmo.
Antes de darme cuenta estamos haciendo el giro de 180 grados para regresar a Simancas para comenzar a correr con el viento en contra. Me coloco detrás de Edu para protegerme un poquito y seguimos. A partir de ahí se me atraganta algún kilómetro pero no me rindo, sé que el colchón disminuye, pero no pasa nada hay que seguir.

En el kilómetro seis y medio más o menos la cabeza empieza a flojear pero yo sigo a lo mío, mirando al infinito y pensando en muchas de las frases que me ha dicho el míster a lo largo de estas semanas. Entre el 7 y el 8 comienza a llover, pero después de la Behobia la lluvia no molesta 🙂
Cuando quiero darme cuenta estamos en el kilómetro 9 y me dice Edu que es momento de darlo todo. Llegamos al Puente Romano donde un grupo de personas en bici me animan y la verdad es que me dan aliento. ¡GRACIAS! Último kilómetro, aprieto todo lo que puedo y ¡META! Qué alegría la verdad. Qué alegría ver que los entrenamientos dan resultados. Y qué alegría ver que el sub 60 es una realidad.

¿Cuál ha sido tu última carrera? ¿Cuál es tu próximo objetivo? El mío… te lo cuento otro día 😛
