Este fin de semana vuelvo a ponerme un dorsal. Desde la Behobia no he vuelto a participar en una carrera, aunque sí he estado inscrita en alguna. Eso sí, en estas semanas, en estos meses he experimentado cambios en los entrenamientos gracias a Pepe, mi entrenador.
No sé si este finde lograré el objetivo que tengo en mente, pero si no lo logro no creo que me enfade, ya que en este tiempo he logrado muchas más cosas.
He logrado mejorar el ritmo en los entrenamientos, he mejorado las pulsaciones y, quizás lo más importante, he logrado disfrutar en cada entrenamiento, ya haya sido suave o intensa. Además, he logrado salir a correr con dolor de piernas, con diluvio o con muuuucho cansancio. Hace un año me habría puesto excusas que este año ni me planteo.
De hecho entre enero y febrero llevo más 200 kilómetros en las piernas y tengo que reconocer que lo he llevado fenomenal. Hace un año esto no era así, y la verdad es que estoy contenta por ello.
Además, el hecho de tener a alguien que me planifica las sesiones y de no salir ‘a lo loco’ me ha ayudado bastante. Sé que he mejorado. Ahora solo me falta verlo en carrera y comprobar a qué ritmo puedo correr. Tengo miedo, no puedo negarlo, pero voy a ir a por todas.
¡Feliz fin de semana!
