Nuevo testimonio en el blog. Hoy te quiero presentar la historia de Cristina, una mujer de 47 años, casada, con dos hijas (15 y 12 años) y que trabaja fuera de casa. Cristina comenzó a correr a principios de 2016 y a continuación puedes conocer su historia. En ella no falta la constancia y el tesón.
¡No te la pierdas!
El 31 de diciembre de 2015, como cada año, en Barcelona se corre la Carrera dels Nassos y mi marido participaba. Mientras estaba esperándolo en meta y disfrutaba del buen ambiente que hay en este tipo de carreras, pensé, ¿podría yo correrla el año que viene?
Mi marido me animó a intentarlo, él siempre me proponía ir a correr, y yo siempre tenía las mismas respuestas: ‘yo no puedo correr’ y ‘no tengo tiempo’, pero aquel día me lo propuso de nuevo y dije: ‘¿por qué no?’
Así que el 2 de enero, recuerdo perfectamente el día, empezó todo. Estaba agobiada, era una época de dificultades familiares y laborales y al llegar a casa decidí ponerme las bambas y salir a correr.
Ese día no llegué a hacer ni dos kilómetros, cuando llevaba uno me puse a andar, pensaba que no llegaría de vuelta a casa, pero volví a ponerme a correr (por llamarlo de alguna manera) y llegué. La satisfacción que tuve conmigo misma al finalizar fue indescriptible. Aquel rato que estuve corriendo me hizo desconectar de todos mis problemas y solo pensar en mí. Sentía que había vencido al ‘yo no puedo’.
Busqué webs, artículos y libros de running para seguir animándome a ponerme las zapas y salir a correr. Encontré un vídeo de Cristina Mitre corriendo la maratón de Londres y me fascinó. Ahí vi que no podía decir ‘no puedo’, me compré sus libros ‘Mujeres que corren‘ y ‘Correr es vivir a tope de Power‘ y me sirvieron creer que ‘sí puedo’.
La satisfacción que tuve conmigo misma al finalizar fue indescriptible
Desde entonces empecé a correr dos veces por semana, a pesar de que mi marido vivía fuera de casa entre semana. Y pese a que era difícil compaginarlo todo me propuse hacerlo y conseguí correr de manera regular. Cada semana salía a correr y cada vez me sentía mejor conmigo misma, era mi momento de desconexión de todos mis problemas y así sigue a día de hoy.
Primeras carreras de Cristina
Cuando llevaba unas semanas corriendo me planteé hacer una carrera de 5 kilómetros. Dicho y hecho. En el mes de julio hice mi primera carrera con dorsal, fue un infierno, durísima. Me acompañó mi marido, y la satisfacción que sentí al cruzar esa meta acompañada de mis hijas compensaba todo el esfuerzo realizado.
Por ese entonces pesaba unos cuantos kilos de más y a pesar del deporte que hacía no adelgazaba. En septiembre decidí ponerme en manos de una nutricionista que me enseñó a comer de forma saludable. Con su ayuda perdí 6 kilos y lo mejor de todo es que no fue haciendo dieta. Únicamente se trataba de comer bien y ese aprendizaje me ha marcado unos hábitos en la alimentación que a día de hoy compartimos toda la familia.
A partir de ahí hice unas cuantas carreras de 5 kilómetros y cuando me vi con la suficiente confianza decidí que era el momento de dar un paso más y plantearme hacer una carrera de 10 kilómetros. Y esta no podía ser otra que la que me había planteado un año atrás, la Cursa dels Nassos el 31 de diciembre. Fue duro porque con dos días de entreno a la semana era poco, pero logré preparármela bien y llegó el gran día de ponerse en la línea de salida de mi primer 10K. Estaba nerviosa, solo pensaba si llegaría a la meta, pero me salió una carrera genial. La experiencia fue espectacular y la sensación al cruzar la meta increíble.
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En 2017 la confianza conmigo misma era máxima. Los entrenos ya formaban parte de mi vida. Mi marido ya había vuelto a casa, con lo cual disponía de más tiempo para poder salir. Así que empecé a entrenar en grupo donde además de correr incorporé ejercicios de fuerza que me fueron muy bien para poder correr más rápido.
A por la media maratón
Después del verano empecé a plantearme hacer la media maratón de Barcelona en febrero de 2018. Para prepararla me apunté a un club, y pasé de entrenar 2-3 días a la semana a 4-5 y como ocurre en estos casos, mi cuerpo no aguantó, y una semana antes de la media maratón me lesioné.
Todo el esfuerzo, el sacrificio y los entrenos se quedaron en la línea de salida. Aunque ahora miro hacia atrás y creo que no estaba preparada mentalmente para afrontar esta distancia, pero me dije a mí misma que antes de que finalizara el año tenía que volver a intentarlo.
Una vez recuperada, volví a los entrenos en el Club, busqué ayuda en un fisioterapeuta que me dijo que apenas tenía fuerza en las piernas y en los glúteos. Así que empecé los entrenos combinando la carrera con ejercicios de fuerza.
Una vez más había que poner a prueba mi fuerza de voluntad para madrugar un par de días a la semana y hacer los ejercicios de fuerza que me proporcionaban mi entrenador y mi fisio antes de ir a trabajar.
Antes del verano empecé a buscar que media maratón podía correr y escogí la de Bilbao. Vi que mi sueño de hacerla este año se hacía realidad. Ha sido un camino duro, entrenos 5 días a la semana, madrugones y calor, pero sin duda el esfuerzo ha valido la pena y el día 20 de octubre me convertí en medio maratoniana. Llegué con lágrimas a la meta porque no me podía creer que la iba a cruzar, que lo estaba consiguiendo. Fue un momento mágico y muy emocionante.
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Ha sido un camino duro, pero sin duda el esfuerzo ha valido la pena
y el día 20 de octubre me convertí en medio maratoniana.
Fue un momento mágico y muy emocionante.
Ahora puedo decir que no concibo mi vida sin el running y que aquello de ‘yo no puedo’ se ha convertido en ¡si se quiere se puede’. Yo he podido y me he demostrado a mí misma que con esfuerzo, sacrificio y persistencia uno puede conseguir lo que se proponga.
A continuación te dejo los enlaces a sus perfiles sociales para que la sigas y veas sus logros.
Una historia maravillosa de espíritu de superación. Si se quiere se puede. Yo veo los 21k muy muy lejanos, no siquiera sé si lo conseguiré pero ojalá que si.
Querer es poder. La historia de Cristina es genial. Y los 21k poco a poco, pero con ganas y entrenamiento todo llega 🙂
Ole!! Me encanta su historia. Cuando el running entra en tu vida es difícil de sacar.
Besos!!
Totalmente de acuerdo. Cuando el running entra es difícil sacarlo. Yo echo la mirada atrás y…, me encanta ver como forma parte de mi día a día.
Un besote